Y llegó el tan esperado 2018, enero 1 con luna nueva, parece que este año viene bien iluminado para permitirnos ver bien aún en medio de los meses de invierno. Espero que la hayas pasado muy bien sin importar el ritual, ceremonia o festejo que hayas llevado a cabo. Te quiero contar que yo inicio el año haciendo cosas diferentes para tener, por supuesto, resultados diferentes.
Durante el día, para honrar y bendecir el trabajo di una sesión terapéutica muy bonita con un regalo - herramienta que recibí y ha comenzado a desarrollarse en mi durante 2017, “Sanación Sonora de la Unidad”, estoy segura de que durante 2018 seguirás escuchando sobre su desarrollo y diferentes aplicaciones.
A mediodía me reuní con mi super hermana del alma Elena Felgueres para dar los toques finales a un proceso que hemos titulado Mujer Elemento que consta de 4 retiros durante 2018 en los que te vamos a invitar a iniciar el camino con cada uno. En los próximos días ya te iré compartiendo el detalle para que apartes tu lugar con tiempo
Pero en realidad donde me quiero enfocar hoy es en el cierre de mi dia. Desde hace meses había platicado con mi queridísima Jaqueline Bustamente sobre hacerme un baño y cierre de cadera ya que al parir a lucio hace más de 9 años no me di ese regalo. Hace unos días le dije que estaba lista y curiosamente, contra lo que cualquiera pudiera pensar me dio fecha del 31 alrededor de las 19:00 horas.
Quince minutos antes yo seguía con Elena puliendo algunos detalles y al ver el reloj, deje todo y cierre abruptamente nuestra sesión para correr a mi casa para mi cita. Imagínate que reglazo. Llegué y a los pocos minutos llego mi querida Jaquie, con su bolsita con pociones mágicas. Maravilloso.
Después de una plática de actualización procedimos al ritual, yo como nunca lo había hecho, me deje llevar y no pregunte detalle alguno, quería que todo fuera sorpresa. Encendimos el agua y Jaquie me preguntó por la ruda.. ¿la que? Desgraciadamente no le entendí que tenía que conseguir la hierba, asi que tuvimos que hacer con lo que había disponible que era lavanda.
A ojos cerrados sentir el agua tibia, deslizándose lentamente de manea estratégica por diferentes partes de mi cuerpo, la vela, la música y el humo de la salvia.
Mmm lo demás todo fue una delicia. A ojos cerrados sentir el agua tibia, deslizándose lentamente de manea estratégica por diferentes partes de mi cuerpo, la vela, la música y el humo de la salvia. Los dedos firmes presionando y luego soltando, como haciendo pases mágicos en lugares clave del cuerpo. Al terminar la faceta acuática y envuelta en bata y toalla por que hacía frio, di unos pasitos a mi cama. Me esperaba ahí un tendido de rebozos y sin preguntar me coloque tal cual me lo indicó, y así sus manos expertas comenzaron a sacar bloqueos a acomodar mi cuerpo hasta que quede hecha un envuelto apretadito.
Ya para entonces, yo estaba en un proceso ceremonial personal, fui y vine, tuve visiones de colores, geométricas y muchos mensajes claramente decodificados desde la matriz del universo. Un dictado perfecto que resonaba y respondía a las pocas palabras que Jaqui dijo a lo largo de la noche.
Me quede ahí como una crisálida tejiendo mi nueva realidad, haciéndome con hilos de seda una nueva trama, que mejor día que hacerlo que la noche vieja. Así me tejí, hile mis sueños, hilvane mis historias, deshice mis viejos nudos y saque todo material inservible. Me quede en ello tiempo después de haber sentido que me desanudaba para quedar acunada en mi capullo, pero ya en total libertad.
La noche transcurrió en este trance hasta que antes del crepúsculo amanecí totalmente en paz, renovada y con la visión de las hierbas que quiero usar en mis siguientes sesiones de baños de luna llena. Sin duda recomendabilísimo. Ya hoy haciendo lo que uno hace, pero siempre pensando cómo hacerlo de manera diferente… sí para obtener resultados diferentes. Que así sea 2018 para ti, lleno de regalos benditos y bendecidos.
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