Este proceso de desprendimiento y transformación va más allá de las palabras; se trata de experimentar en el propio cuerpo y espíritu la libertad de soltar lo que ya no resuena. Desde las historias, hasta las frecuencias que nos siguen vinculando con ellas.
Liberándonos de todas esas cargas que nos impiden avanzar
Cada etapa de la vida trae consigo la oportunidad de reinventarse. A medida que avanzamos, llegamos a un punto en el que las expectativas y las historias que hemos sostenido comienzan a perder sentido. Es un llamado interno que susurra que es hora de soltar aquello que ya no resuena, de desprenderse de lo que alguna vez pareció imprescindible, y de crear espacio para descubrir quiénes somos en realidad.
Un acto muy otoñal.
Soltar no significa perder, sino crear el espacio necesario para que emerja una versión renovada de nosotras mismas, que respire y viva desde la autenticidad. Es un terreno de autoaceptación en el que dejamos atrás las narrativas y creencias que alguna vez nos definieron, para descubrir nuevas formas de habitar en contacto más directo con nuestra esencia.
Cuando nos atrevemos a soltar aquello que ya no nos define, nos abrimos a un territorio nuevo y desconocido; pero al mismo tiempo, naturalmente creativo, innovador, confortable y natural. Que es el ser desde nuestra verdadera identidad.
Quizá implique liberar ideas antiguas, fantasiosas o poco acertadas sobre lo que significa ser mujer, o resistir las narrativas que nos han enseñado a medirnos en función de logros externos. Este desprendimiento es una invitación a ver hacia adentro y atrevernos a ser simplemente nosotras, tal cual somos, con nuestros matices y complejidades, con la historia cotidiana que se entreteje con la auto observación como práctica permanente.
Es un camino que implica revisar y liberar memorias pasadas que aún pesan en nuestro presente. Puede ser sencillo y placentero, o sufrido y cuesta arriba, la modalidad es opcional. Todo depende de como quieras y que seas capaz de sostener para tu vida. Ahí está el diamante en cada situación que se nos presenta en la vida.
Al lograrlo, es un proceso liberador que nos permite experimentar la vida desde una perspectiva completamente nueva, llena de posibilidades. En este territorio interno, aprendemos a reconocer los dones internos, las fortalezas, como dirían algunos, y sobre todo a escucharnos, y a tomar decisiones que honren nuestra voz.
Así, cada pequeña transformación se convierte en un ritual de autodescubrimiento. Este viaje es una danza de resistencia, impulso, renacimiento y potencial, donde cada paso nos permite redescubrir el poder de habitar nuestra verdad.
Este proceso de desprendimiento y transformación va más allá de las palabras; se trata de experimentar en el propio cuerpo y espíritu la libertad de soltar lo que ya no resuena. Desde las historias, hasta las frecuencias que nos siguen vinculando con ellas. Te invito a que lleves esta reflexión un paso más allá y que le dediques un rato. Te dejo algunas opciones abajo para que hagas la, o las que más te resuenen, o que no hagas ninguna, da igual.
Ya si llegaste hasta acá es por que te estás poniéndote en la sintonía de ver que es lo que resuena contigo para llevar estas ideas a la práctica. Podrás elegir entre una meditación en movimiento y un ritual creativo que te ayudará a conectar con tu autenticidad más profunda. Desde la caminata consciente hasta la creación de un collage personal, cada actividad es una oportunidad para abrir espacio a una versión renovada de ti misma.
Actividad de Desprendimiento: “Transforma y Celebra lo que Emerges”
Para hacer tangible este acto de desprendimiento, te propongo una práctica transformadora que combina movimiento, reflexión, y un pequeño ritual de creación simbólica.
La idea es liberar aquello que ya no te está haciendo prosperar en la vida, todo lo que ya no te resuena, las cosas que te pasan, que te chocan, ya sabes, para poder abrazar una versión más auténtica de ti misma a través de una actividad meditativa, creativa y consciente.
Preparación:
- Lugar: Escoge un espacio donde te sientas cómoda y en calma. Si es al aire libre, mejor, para que la conexión con la naturaleza acompañe el proceso.
- Materiales: Un cuaderno, bolígrafos o colores, algunos papeles pequeños, y una hoja grande o cartulina para crear un collage.
- Tiempo: Aproximadamente 45 minutos a una hora.
Paso 1: Meditación en Movimiento
Comienza con una caminata consciente. Durante unos 10 minutos, observa el entorno y siente cada paso. Imagina que, con cada exhalación, dejas atrás las ideas o emociones que ya no resuenan contigo. Siente el alivio y la ligereza al liberar cada paso.
Visualización: Mientras caminas, imagina que dejas un rastro de luz con cada paso, una luz que ilumina y purifica el terreno que dejas atrás. En esta luz, se disuelven las ideas y las creencias que ya no son parte de ti.
Paso 2: Reflexión y Escritura
Toma asiento en un lugar cómodo y abre tu cuaderno. Pregúntate: ¿Qué roles, creencias o ideas siento que ya no representan mi verdad? ¿Qué parte de mí he estado sosteniendo por inercia o por expectativas externas?
Escribe lo primero que venga a tu mente. No te censures. Anota todos esos elementos que deseas liberar, los que ya no quieres que definan tu vida. Puedes escribirlos en papeles pequeños, uno por uno, para luego pasarlos al siguiente paso.
Pueden ser acciones específicas o roles que ya hoy te cuestan y te restan.
Paso 3: Ritual de Transformación
Toma cada papel y, uno por uno, léelos en voz baja, sintiendo el peso de cada palabra. Luego, arrúgalo o desmenúzalo, visualizando cómo se transforma y se disuelve. Puedes quemarlos (con precaución) o enterrarlos en la tierra, simbolizando que estos elementos ya no forman parte de ti.
Paso 4: Collage de Renacimiento
En la cartulina o en una hoja grande, empieza a crear un collage que represente la versión de ti misma que deseas abrazar. Usa colores, palabras o imágenes que simbolicen lo que quieres manifestar en esta nueva etapa. Siente la energía de cada elemento que agregas, y permite que este collage se convierta en un recordatorio de tu transformación y tu verdad.
Coloca el collage en un lugar especial de tu casa. Este espacio es un símbolo de la nueva etapa que estás empezando a habitar. Recuerda que este proceso de desprenderse y renacer es constante. Puedes volver a él siempre que necesites reencontrarte contigo misma.
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