Hay cosas que nadie nos enseña de pequeños y que yo me he dado cuenta a lo largo de la vida que podrían marcarnos la diferencia en la vida en un buen sentido.
Una de ellas, que la he venido mencionando con regularidad e insistencia desde hace más de un año, es la del Sistema Energético Humano.
Creo que así como nos enseñan el sistema digestivo, el circulatorio, el respiratorio y otros podrían también invertir en contarnos que somos mucho más que esto que llamamos materia.
Nuestro cuerpo es mucho más allá de lo que podemos tocar, nuestro campo energético está medido, estudiado y tiene una anatomía. De hecho hay textos muy antiguos tanto de la medicina china como de la medicina hindu que se han dedicado a estudiar las cualidades energéticas del cuerpo y su relación con su campo energético o electro magnético.
Los chakras o luminarias son parte importante de este e interactúan con nuestras glándulas y sistema endocrino.
Al usar los cristales sobre los chakras influimos en la manera en la que giran así como en su intensidad. A mi me encanta poder medirlos para apoyar la integración de estos cuerpos y llegar a la salud y la coherencia.
Los cristales son los seres más coherentes de la galaxia, es por eso que al usarlos en el cuerpo nos ayudan a configurar en coherencia los aspectos físicos desde los energéticos.
De todo esto y más estaremos compartiendo en la formación para cristaloterapetuta que inicia en mayo.