A dónde vamos mexicanos.
Sábado Distrito Federal. Estaba con mi familia fuera de un restaurante esperando nuestro turno a media cuadra de casa, en Villa Coyoacán. A media calle caminaba una pareja, una mujer desaliñada porteando un bebé y un hombre corpulento empujando una carreola con otro par de crías ahí dentro. Hicieron un alto en el camino frente a nosotros justo arriba de una coladera para forzar el paso de su basura por las rendijas destinadas para resumir el agua.
No pude evitar comentar en voz alta a mis acompañantes, con clara intención de que escucharan. “Es una alcantarilla no un basurero, luego por eso se inundan las calles”. Acto seguido la porteadora vociferó “búscate un hombre que te atienda” lo planteo así por qué lo que verdaderamente dijo excede lo que me gustaría leyeras. Solo pude contestarle que estaba muy bien atendida.
En segundos el marido se prendió y comenzó a vociferar y mi cuñado entro a la inmediata defensa. La amenaza de golpes, aún trayendo uno la carreola con dos y la otra porteando al tercero, no se hicieron esperar. A mi cuñado hubo también que detenerlo por qué mientras en chofer de la carreola mostraba sus pectorales amenazantes, la otra seguía con la retahíla de insultos. Y entrar en un encuentro corporal no valía la pena.
Resultamos nacos, mariguanos, en abstinencia sexual y varias otras cosas…. Todo por haber señalado la mala práctica de tirar la basura en la alcantarilla, sobre todo en tiempos de lluvia.
Pero más allá de lo anecdótico me sorprende como cada vez más los mexicanos reaccionamos explosivamente a la mejor insinuación. Me refleja de manera muy clara las frustraciones acumuladas en la gente, la insatisfacción y la necesidad de opciones sanas que se requieren para crecer en lo individual y como sociedad.
Mientras sucedía toda la escena me pareció que nuestro país, es un país inmaduro. Lleno de niños dolidos en cuerpos de adulto, mendigando cariño y tratando de satisfacer las necesidades afectivas de diversas maneras, ninguna de ellas positiva.
Ahí andamos todos, jugando a ser adultos con grandes carencias de crianza, la mayoría relacionadas con no estar habilitados para asumirnos responsables de nuestros actos, al no estar habilitados para recibir críticas constructivas sin que la heridas infantiles exploten y pongan en riesgo La Paz pública.
Me pregunto ¿cómo es que estos niños en cuerpos de adulto estamos criando a nuestros hijos? En cuanto la pareja y el trio defense crias siguió avanzando, nos dieron la mesa, comimos deli y seguimos adelante sin percances. Agradezco la experiencia y la aprovecho para ver adentro, sanar las heridas remanentes y así poder habilitarme como adulta en este mundo de niños. Creo que en vez de tirar basura por las alcantarillas deberíamos dejar ir por ahi todas las heridas de la infancia.