La historia de cómo salí del closet…
Para dedicarme a mi pasión verdadera
La historia de las Madres Clan llego a mi como un gran secreto. El primer sitio donde escuché hablar de esto fue en el Tipi de la Luna. Es el Tipi más hermoso que he visto. Está ubicado en las montañas michoacanas, a las que llegue un día de la mano de la Abuela Margarita. Esto fue a principios del siglo y aunque hay miles de historias que se ramifican pero hoy me quero concentrar en La Búsqueda de Visión Femenina o el proceso de las 13 Lunas, las 13 Madres Clan, las 13 Esencias Femeninas.
EL GRAN SECRETO
En esos momentos la información de las #13Lunas, se manejaba como un gran secreto. Al menos así era en ese espacio, era todo un gran misterio, se te pedía que no lo revelaras a nadie, se entregaba el rezo por correo electrónico. Solamente lo recibían las mujeres que estaban dispuestas hacer los retiros de en toda formalidad.
Pero ¿qué implican estos retiros? Imagínate, implica estar cuatro días y cuatro noches en ayuno de palabra – así es calladita -, comiendo maíz, cuidando un fuego, observando tus emociones. Me resultaba IMPOSIBLE. En esos momentos mi vida era de Madre soltera, con una empresa e consultoría. NO podía fugarme 4 días al mes para hacer ese rezo. ¿Dónde colgaba a mi cachorro? Creo que en el l mundo moderno en el que estamos hoy tomarte 4 días cada mes durante un año, para hacer este retiro, puede resultar algo más que imposible ¿Tu podrías hacerlo? Aun así, conozco a mujeres que lo hicieron pues tenían toda la estructura social dispuesta para lograrlo.
Así que me quedé con la zozobra por muchos años hasta que de manera sincrónica me fue entregado el rezo en un formato mas laxo al tiempo que me di cuenta que el texto original es de una de mis autoras favoritas Jamie Sams, de quien tengo las Medicine Cards y las Sacred Path Cards, desde los años 90, así como otros libros.
Entonces sin duda ni medimiento, me eché el clavado de lleno y muy a mi estilo. Manejaba un fuego interior, mi veladora, mi vasito de agua. En algunas ocasiones podía prender un fueguito de verdad. Eran días que cruzaba las mínimas palabras, que me quedaba en quietud y ayunaba de electrónicos, en la medida que le restaba atención a mi trabajo y la maternidad.
Aun en este formato descubrí grandes cosas. Y cuando tenía posibilidad de sentarme en el fuego por días era en Tajín o en otros espacios que disfrutaba al máximo y me enseñaban aún más.
En cada luna trabajar con el fuego, al mismo tiempo que lidiaba con las cosas cotidianas de la vida fue un gran reto. Creo que aun mayor que estar sola en el #TipidelaLuna con el fuego prendido.
Para mi fue tal la transformación que aunque no deje mi trabajo de consultora y transformé la manera en que lo hacía y eso se convirtió en lo que hoy conoces como Mama Changuito – Camino de la Mujeridad.
Share this Post
Esto sucedió por que durante las noches en velación pude observarme en la magia del fuego y el agua. En el profundo silencio se destilaron mis pasiones, observé y libere mis emociones y se clarifico la manera de trabajar con ellas en la vorágine de lo cotidiano. Me morí en el fuego, que me lo que ya no me servía, saqué las emociones que me ahogaban y un dia se logró la alquimia y surgí tal cual mariposa despues de ser oruga.
Mis células imaginativas se dieron permiso de mostrarme todas mis posibilidades y yo las tomé y anduve el tramo que se requería para completar la transformación. Asi el fuego y el agua, juntos echando vapor dan vida a la vida. A partir de ahí esto se convirtió en una práctica diaria para mí. Ahora me sirve para hacer pequeñas transformaciones cotidianas, pero como buena humana a veces las necesito más fuertes para ver y lograr el cambio.
Cada día me entono con el mensaje diario y cada mes en la luna nueva pongo mi altar y hago mi rezo para ir al fondo y revisarme en torno a la luna en cuestión.
A la próxima te cuento de que van las energías de cada mes, pero mientras te invito a ver estos videos
Paty González Capistrán
Elena Felguerez
Samarí Luz Rodríguez
Yessica Lavín