Fue en 1980 mientras cursaba el séptimo grado en el St. Margaet´s School cuando llego mi primera menstruación. La tome natural, sin más y llegaba siempre bien puntual. Recuerdo en 39 años un par de cólicos, y muchas aventuras color carmesí que fueron mis maestras del ser. Su ritmo, movimiento y la evolución, me han llevado fluidamente hasta este momento. ¿tu te acuerdas de tu primera vez? Te invito a que cierres los ojos y vayas a ese momento.
La primera vez llega, se queda y nos vamos relacionando con ella. La última menstruación nunca sabemos cual fue si no hasta que pasa un buen tiempo. Los médicos dicen que un año y aun asi a veces nos da nuevas sorpresas tiempo después.
De los 36 años que ciclé físicamente, 13 los pase viéndola, sintiéndola y dejando que pasara sin atenderla. Fue a partir de mi onceavo año menstrual que voltee a verla con atención. Fue después de mi primer parto y en menos de dos años tome una decisión que marcó mi vida para siempre.
Al buscar desesperadamente alternativas de higiene menstrual llegué a mi primera copa de dos que use asiduamente en mis 25 años menstruantes. Durante este tiempo observé con detalle y cuidado este ciclo. Esa primera copa, una café de caucho me acompaño y me permitió entrar en un mundo que con los años se puso en primer plano y hoy esta muy presente en lo cotidiano.
Observar mi sangre menstrual, rezar con ella, me ha llevado a experimentar cada una de las fases de la luna de una manera muy profunda, entendiendo los 4 arquetipos básicos del ciclo de 28 dias, los más largos de 13 lunaciones, los que contienen 7 trecenas de lunas que marcan fases bien claras de nuestro desarrollo, así como los que son aún más largos y que apenas comienzo a observar ahora.
1980 – 2018 39 años marcando el rítmo
Mientras lo vives es un cuento, pero cuando ya pasa y ves hacia atrás te das cuenta de la diferencia entre conocimiento y sabiduría. Una cosa es conocer lo que va a suceder pero otra es saberlo, así con cada célula del cuerpo.
Así todo esto se va sabiendo después de haberlo vivido. Aun habiendo leído la de Alejandría completa hay cosas que si no pasan por el cuerpo, se quedan en mero conocimiento y es imposible llevarlas al saber.
Hoy hace un año 3 meses que veo para atrás y cuento su ausencia. Ha sido un año de los más movidos de mi vida, en los que además de observar esta nueva etapa, mi vida ha dado un vuelco de 180 y he tenido que fortalecer mi renacimiento para abrazar los retos que vienen de frente.
Asi sucede, cuando entras en un estado de plena conciencia te puedes dar permiso llamarle PleniPausia. Desde joven decidí que esta etapa se presentara sin bochornos, sin dolores y asi ha sido hasta ahora. Feliz de haber contado 25 trecenas de lunas rojas y ahora de contar y sentir mis ciclos alineados con la luna nueva. Una danza diferente que hay que aprender dia a día, la sabiduría de lo sutil permeando cada membrana. Mitos hay miles, y en cada una esta vivirlos o escribir los propios. ¿tu que prefieres hacer?
Si estás lista para escribir los propios y vivir la meno en total pleni deja tus comentarios abajo para compartir contigo espacios y formatos para hacerlo en círculo. Es posible ser parte del pequeño porcentaje de mujeres que viven esta etapa en plenitud.
Bogotá nos vemos en septiembre
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2 Comments on “Vive tu meno en pleni”
Hola! Excelente que nos compartas tu experiencia, tus conocimientos y tu andar en el camino de la menstruación y plenipausia, gracias, gracias, gracias!!
Gracias