Si observamos la naturaleza, entendemos que hay momentos de quietud y de explosión, de oscuridad y de luz. Y justo ahora, la energía nos invita a la expansión, pero con una base sólida de autoconocimiento. No podemos crecer sin primero observar lo que nos frena, sin iluminar las sombras que nos han acompañado.
Luna Nueva en Acuario: Innovación y Libertad

La última luna nueva, ocurrida el 29 de enero en el signo de Acuario, nos abrió un portal energético poderoso. Como cada luna nueva, nos invitó a sembrar intenciones, pero esta vez con un aire diferente: el aire acuariano, ese que revoluciona, que rompe estructuras y nos lleva a repensarnos desde lo colectivo sin perder nuestra individualidad. ¿Qué semillas plantaste en tu interior? ¿Qué nuevos caminos comenzaron a trazarse en tu alma?
Este momento cósmico se entrelaza con una festividad ancestral: la Candelaria, Brígida o Imbolc . Celebrada en diversas tradiciones, esta fecha marca el punto medio entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, un recordatorio de que la luz regresa lentamente después de la noche más larga. En la cultura pagana celta, Imbolc era el tiempo de Brígida, la diosa del fuego, la inspiración y la sanación, mientras que en la tradición cristiana, la Candelaria honra la purificación y la luz que guía el camino. Distintas historias, un mismo simbolismo: renacer, purificarnos y nutrir el fuego interno que nos sostiene.
Acuario es el signo del futuro, de las nuevas formas de ser y de la rebeldía que transforma. Nos impulsa a soltar lo viejo, a innovar en nuestra forma de amar, de relacionarnos con el mundo y con nosotras mismas. Pero también nos desafía a mirar la sombra: ¿qué parte de nuestra vida necesita una revolución amorosa? ¿Dónde nos hemos negado a la libertad de ser auténticas?
En este ciclo, el amor propio toma protagonismo. Y aquí es donde entra la rueda de la vida, ese mapa ancestral que nos recuerda que todo es cíclico. Si observamos la naturaleza, entendemos que hay momentos de quietud y de explosión, de oscuridad y de luz. Y justo ahora, la energía nos invita a la expansión, pero con una base sólida de autoconocimiento. No podemos crecer sin primero observar lo que nos frena, sin iluminar las sombras que nos han acompañado. ¿Qué parte de ti misma necesita más amor y reconocimiento?
El Amor Propio: Un Renacimiento Interno
Hemos heredado una visión de San Valentín y del amor romántico que nos hace creer que el amor viene de afuera, que alguien más debe llenarnos. Sin embargo, las tradiciones antiguas, como la de las Lupercales romanas (celebradas el 15 de febrero), nos hablan de un amor más instintivo, más ligado a la conexión con los ciclos de la vida y con nuestro propio poder vital. El amor verdadero comienza en nosotras mismas. Y cuando ese amor se nutre, se expande en todo lo que tocamos.
Cultivar la Luz y Abrazar la Sombra
Este es un momento para sembrar con consciencia. Imbolc nos habla de la fertilidad, de las primeras semillas que brotan, de la posibilidad de crear algo nuevo. Pero no podemos avanzar sin mirar aquello que nos limita. Carl Jung decía: "Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad".
Así que en este inicio de mes, te invito a preguntarte: ¿Qué nuevos comienzos quiero activar en mi vida?
¿Dónde puedo darme más amor y reconocimiento?
¿Qué sombras necesito iluminar para crecer con autenticidad?
Un Nuevo Ciclo: Amor, Luz y Renovación
Con esta luna nueva y el fuego simbólico de Brígida, abrimos un ciclo donde la autoexploración y el amor propio nos permitirán florecer. La luz crece después del solsticio y nosotras crecemos con ella. Que este sea un tiempo de abrazar nuestra verdad, de rendirnos a nuestra evolución y de encender, con amor y consciencia, la llama que habita dentro de nosotras.
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